LO DIFÍCIL DE UN "HASTA LUEGO"
Tengo que aceptar que no soy nada bueno para las despedidas,
me duelen mucho y aún no aprendo a digerirlas. La sensación de vacío que queda
cuando alguien se va es simplemente aterradora para mí.
Y es que, aunque casi siempre queda la esperanza de un
futuro encuentro, la paciencia no es una cualidad en mí, y menos cuando las
cosas dejan de depender de uno.
¿Habrá algo más doloroso que eso? Tristemente si, ese
momento en la vida donde sabes que alguien se adelanta para nunca regresar,
cuando deja este mundo terrenal y parte a un lugar especial (llámese cielo,
infierno, Nirvana, etc.) El simple hecho de saber que te quedaste con tantas cosas
en el tintero que expresarle a ese ser querido, duele mucho más al afrontar que
a donde él va, no llega la señal de internet.
Hace dos meses me tocó sufrir en carne viva ese amargo
momento, cuando mi tía y madrina Rosa María se nos adelantó, aunque tuve la
posibilidad de despedirme de ella, nunca quedaré conforme con ese proceso de
despedida.
El día de hoy, mi mamá pasa por la misma situación, y tristemente
tiene que ser testigo de cómo su tía parte hacia un lugar mejor. En lo personal
este suceso no me movió tanto, fue una familiar con quien tuve nulo contacto
desde que llegué a vivir a Colima, sobre todo porque esa parte de mi familia no
me quiere mucho porque “soy muy aburrido para ser pariente de ellos”. Por quien
lo resiento y bastante es por mi madre, a pesar de que nuestra relación
afectiva es bastante distante, me duele mucho verla de luto, desencajada y con
la mirada ausente de fe. Es un oscuro momento que tendrá que soportar, asimilar
y comprender, para seguir con la vida y darse cuenta que tiene aún cosas por
vivir.
El día de hoy no haré conclusión, solamente les pediré que
por favor valoren a sus seres queridos, nunca sabemos cuándo se van a ir.
A la memoria de "la tía Martha" y en apoyo a mi tía Lucero y todos los parientes que aun tienen camino que recorrer.
animo amaya. Saludos
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