OTRO PANORAMA DE LA POLÍTICA
Antes que todo, espero que esta
sea mi única columna referente a un tema tan polémico como lo es la política.
En lo personal no me gusta tratar esta clase de temas debido a que las
opiniones suelen ser parciales y tendenciosas dependiendo de los intereses y
predisposiciones que suelen existir al abordar pláticas sobre dichos tópicos.
Para empezar a exponer mi
panorama, creo que la forma en que se maneja la política en México es
completamente incorrecta, pues en lugar de ser un factor o agente de cambio,
suele ser el principal freno de mano de la productividad nacional.
Muy posiblemente la gente inmersa en el medio discrepe a
este argumento, lo entiendo desde la perspectiva de que es su trabajo y
representa una fuente de ingresos para ellos. Sin embargo existe la posibilidad
de que (sin expresarlo) alguno de ellos me termine dando la razón.
Primero que nada, desmenucemos el significado del concepto “servidor
público”. En teoría, este personaje debería desempeñar funciones orientadas al
servicio de todos, es decir, deberíamos tener injerencia sobre sus decisiones
ya que finalmente nosotros pagamos su salario. Sin embargo la situación real
dista mucho de ser así, la partidocracia ha logrado invertir la pirámide y por
eso los ciudadanos sentimos obligaciones y compromiso con las figuras políticas
que ocupan un cargo de elección popular. Estamos tan confundidos como sociedad
que dejamos que nuestra calidad y estilo de vida dependa de un presidente,
diputado o gobernador.
Esta situación se refleja en el alarmante paternalismo que
ejerce el gobierno (en todas sus instancias y sin distinción de colores) en sus
políticas y propuestas. Se “comprometen” a mejorarnos la vida mediante acciones
concretas, en lugar de establecer condiciones que nos permitan desarrollarnos
como sociedad. Verbi Gratia: Nos aseguran que generarán nuevas fuentes de
empleo (pero nunca nos dicen cómo) en lugar de comprometerse a mejorar las condiciones
para generar empresas (de verdad espero que los politólogos supieran lo
complicado, tardado y costoso que resulta incubar y establecer una empresa), lo
peor del asunto es que la mayoría de trámites son complicados a propósito, para
fomentar y alimentar al gran enemigo de México. La corrupción.
Además de esto, la política es 100% enfocada a “solucionar”
problemas sociales, olvidando por completo la verdadera función de un jefe de
gobierno (Los Planes de Desarrollo). Creo que, a menos de que la ignorancia sea
un obstáculo, todos en México comprendemos los problemas que aquejan al país,
sin embargo el trabajo de un galeno no debería ser únicamente dar un
diagnóstico somero del paciente, sino establecer un procedimiento de
tratamiento a la enfermedad que lo aqueja. Enfocando esta premisa en la
política, los candidatos se comprometen a muchísimas utopías sin mencionar
someramente cómo lo lograrán. Dicen que prometer no empobrece, pero cuando veo
a México me doy cuenta de que esa expresión es completamente equivocada.
Continuando con la idea anterior, las propuestas populistas
y poco fundamentadas suelen confundir a la población, le aseguran que no van a
subir los impuestos, ni el precio de los combustibles, productos básicos y
medicinas. Por otro lado aseguran que invertirán como nunca en infraestructura,
seguridad y educación y que no escatimarán esfuerzos en mejorar las condiciones
de los que menos tienen.
Aquí es a donde entramos a un apartado bastante polémico.
¿Por qué se oponen al aumento del precio del combustible?
Si bien es cierto que la productividad de un negocio depende
del manejo eficiente de costos que en él se generan, también debemos tomar en
cuenta que menos del 30% del consumo de combustible en México (según datos de Jordy
Hernán Herrera Flores en el evento de Bioeconomía realizado en Perote Veracruz
al que tuve la fortuna de asistir) se destina a la producción. El 70% restante
lo consumimos los ciudadanos comunes y corrientes. Yo no estoy de acuerdo en subsidiar
las idas por las tortillas de la señora que no quiere asolearse, y mucho menos
los “roles nocturnos” de los ninis que farolean el carro que su papi les acaba
de comprar. Obviamente esta cuestión (como muchas otras) deberán analizarse con
sumo cuidado y por especialistas en la materia, pero me preocupa que los
candidatos aborden el tema tan irresponsablemente.
Puntos finos para reflexión:
+Tenemos que dejar de lado el paternalismo en nuestro país.
+Necesidad de orientar la mentalidad del mexicano promedio de
empleado, a empleador.
+Urgencia de desarrollo de planeación para cumplir objetivos
+Fundamento técnico para el establecimiento y desarrollo de
objetivos
"La política debe ser el arte de, con una cobija pequeña, cubrir el pecho sin destapar los pies"
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